El buscador

martes, 16 de marzo de 2010

Erik Satie: el poder de una sensación.

No esperaba que la primera entrada del Blog (perdón por el retraso)fuera a ser sobre un compositor de piano, pero este no es un pianista cualquiera. Para ser sincero yo no conocía a Satie hasta hace una semana. Eramos conocidos de "oído". Me explico. Cuando era pequeño escuché en un documental de naturaleza una canción de piano cautivadora, tan cautivadora que se ha quedado grabada durante años en mi mente, y venia a mí cada vez que escuchaba una pieza de piano. Me era imposible conocer el autor o el título de la composición y a pesar de ello siempre he retenido la sensación que me transmitió la primera vez que la escuché.

Ahora en una juventud más avanzada la inquietud musical ha crecido y se ve satisfecha minimamente gracias a la existencia de Internet.He conocido infinidad de estilos de música y me ha incitado a practicarla yo mismo. Claro está, también ha hecho que pueda emprender la búsqueda de la misteriosa pieza. Durante casi un año he estado escarbando en YouTube y otros sitios, intentando encontrar esta melodía. Aunque Internet favorece en gran medida los descubrimientos espontáneos, es curioso lo dificil que es dar con algo concreto cuando no se posee dato alguno que defina lo que buscas. He preguntado a músicos, pero lo único que podía aportar era mis sensaciones, mi vivencia con respecto a esa canción, y ellos me intentaban ayudar indicándome los autores que les hacían sentir lo mismo.

Me encontraba en esta situación hasta hace una semana, cuando opté por adentrarme en foros y blogs, y probar hasta el último nombre de compositor que aparecía en los posts y entradas. Así di con Erik Satie y su Gimnopedie Nº1. Ni yo mismo podía imaginar lo que experimentaría al escucharla. Encontrarse con esta canción ahora tras tanto buscarla y percibir cosas que se habían diluido en el recuerdo provoca un escalofrío que recorre el cuerpo en el momento que intuyes que esa es la canción que tanto anhelabas.

Aquí dejo la Gimnopedie nº 1. Es una obra maestra de Erik Satie (de origen francés). A mi parecer un canto a la expresión con un minimalismo hipnótico.





Carlos

0 comentarios:

Publicar un comentario